El título de la entrada está tomado de la exposición organizada en el MUSAC de León por Dora García y Marie de Brugerolle en 2011. Una exposición donde se conjuraba el poder de la comedia en el arte contemporáneo como herramienta disuasora de la tragedia y el drama actual.
En términos semánticos, el objeto irónico es al arte contemporáneo lo que el estribillo a la canción del verano: un bien preciado, buscado y anhelado. Sin ánimo de indagar más allá que en las capas superficiales de la crítica de arte, distingo en la creación más rabiosa una vocación ingente por excavar la memoria del individuo hasta llegar a relaciones objeto-chiste más que evocadoras.
Pero no siempre los bisnietos de Duchamp están en un error. A veces el safari por conseguir una obra inteligente y sarcástica se frena -demos gracias- en piezas con otra dimensión intelectual, más intrigantes y menos subversivas. Enhorabuena a Jesús Pedraza por su trabajo y gracias a la galería PM8 por pasarme las fotos.
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