lunes, 4 de noviembre de 2013

¿PUEDE UN MUSEO SERVIR DE TESORO PÚBLICO A SU CIUDAD?



Dentro del sempiterno tema del arte como inversión nos gustaría ahondar más en un aspecto que mantiene en jaque a la comunidad internacional. ¿Puede un museo servir de tesoro público a su país? Ante las dudas que genera entre los financieros escépticos la posibilidad de que el arte se convierta en un activo de alto valor, podemos recurrir al siguiente caso: durante los meses de verano, la ciudad de Detroit se declaró en bancarrota. Los acreedores exigían el pago de las deudas a un ayuntamiento declarado técnicamente insolvente. 

Ante la incapacidad de conseguir los 13.500 millones de euros que adeudaba, empezaron a surgir otras soluciones que partían de instituciones culturales. Para Kevyn Orr, administrador de emergencia en Detroit, una de las posibles soluciones sería valorar la colección de DIA (Detroit Institute of Arts) e intenta liquidar las piezas que pertenecen a la ciudad y no tienen ninguna cláusula restrictiva derivada de la donación. Algunos expertos están poniendo ya cifra a este supuesto que aliviaría en unos 2.000 millones de euros las cuentas de la ciudad. 

Ahora bien, lo que para unos es un balón de oxígeno, para otros es una amenaza a medio e incluso corto plazo, sea por razones de índole económica -vaciar de contenido una de las principales atracciones para el turismo en la ciudad con más de 600.000 visitas anuales- como por motivos históricos -muchos teóricos mantienen la posición de que una generación de políticas depravadas y especulativas no puede ser socorrida por los maestros de la Historia del Arte-. El debate sigue candente y en los próximos meses asistiremos a una resolución que dejará insatisfechos a una parte y que seguramente perjudicará la imagen ya denostada de Detroit.

Equipo de Tas&Do.



martes, 3 de septiembre de 2013

EL ANTIARTE COMO REFUGIO DEL MERCADO




Sotheby's abre temporada tomando el relevo de S|2, un proyecto de exposiciones iniciado en 2011 en Nueva York. La sede que alojará este ciclo de 13 exposiciones se encuentra en los aledaños de las oficinas londinenses, donde además tendrán como vecinos a otros galeristas de pro como Victoria Miro o Eykyn Maclean.

El S|2 viene alabado por el éxito en la Gran Manzana de exposiciones relacionadas con un nutrido grupo de artistas de gran nivel como Basquiat, Calder, Yayoi Kusama, Sam Francis y el omnipresente Andy Warhol. La primera muestra en programación se la dedican a un autor que, a pesar de su enorme importancia en el desarrollo del arte contemporáneo, apenas tiene presencia en el afamado mercado de subastas. Hablamos del alemán Joseph Beuys, alma mater del movimiento Fluxus y culpable de la propagación del arte como purga a la enfermedad burguesa que pretendía comercializar con la cultura.

Ya lo ven, el antiarte se proclama años después en la tabla de salvación de los grandes agentes del mercado. Moralinas aparte, el equipo de curators de Sotheby's promete dar a conocer obras "frescas" (lo dicen ellos) de Beuys. Y en la trastienda del buen samaritano, no hay más que un intento de evitar el aburrimiento en el mercado, algo que nos parece digno de mención, aunque se encuentre en las antípodas de las intenciones de Beuys.


jueves, 1 de agosto de 2013

TASADORES DE ARTE EN EL CINE

Recomendamos efusivamente esta preciosa película sobre una profesión que, aún hoy, tiene muchos aspectos por descubrir. 

sábado, 6 de julio de 2013

ESTRENAMOS NUEVA WEB




Ven a visitarnos y cuéntanos qué te parece este nuevo sistema de entender las tasaciones.


Hemos creado una nueva página web, moderna y fácil para que la tasación de una obra de arte esté al alcance de todos los bolsillos y las necesidades. 


La tasación de una obra de arte no es un proceso matemático, intentamos ser lo más eficaces posibles pero lo que queremos es que el informe que obtengas tenga la máxima fiabilidad posible. A este concepto de hacer tasaciones lo llamamos cariñosamente "Slow Art" porque preferimos trabajar sin presiones ni plazos imposibles.

martes, 13 de noviembre de 2012

FALSIFICACIONES DE OBRA DE ARTE




El capítulo de las falsificaciones es un fascinante, polémico y controvertido episodio que marca profundamente la relación entre el arte y el mercado. El falso es un fantasma que sobrevuela silencioso sobre el sector artístico-mercantil. Estamos ante la palabra prohibida que pocos se atreven ni siquiera a pronunciar porque, como si de una bruja mala se tratara, ahuyenta la intención de compra en los coleccionistas. 

En Internet, en libros especializados o en artículos sobre el tema se suelen barajar cifras y porcentajes de obras falsas en relación a obras certificadas y auténticas. Desconfíen de esos números porque están inflados o adelgazados por los interesados. En realidad, ni se sabe, ni se podría conocer a ciencia cierta el número exacto de obras falsificadas que existen en el mercado o en colecciones de arte. 

Para empezar, habría que caminar de puntillas sobre la definición de “falsificación”. Si una familia cree tener en casa una obra de Goya porque, desde tiempos inmemoriales, siempre se pensó que existía un tesoro en casa de la abuela e intentan venderla pensando que están en lo cierto, no estamos ante un caso de falsificación. Lo normal que ocurra en estos casos es que la parte interesada [el comprador] contrate a un especialista, con la intensión de revisar la catalogación. Si el experto desmonta la hipótesis de los propietarios, estos se suelen sentir aturdidos y a veces incluso engañados o temorosos de intrigas palaciegas entre el experto y el comprador. Por lo tanto, para disipar dudas, si usted cree tener una gran pieza en casa, contrate a un experto antes de ponerla a la venta. 

Es falsificación si el propietario de la obra, a sabiendas de la inexactitud y simulación en la identidad del autor, intenta colar la pieza en el mercado. Normalmente, este tipo de timos se suelen filtrar en operaciones privadas entre particulares porque es difícil -pero no imposible- pasar una obra falsa al mercado profesional. 

En un porcentaje altísimo de casos, la obra falsificada se aprecia a simple vista a los ojos expertos de un buen conocedor en Historia del Arte. La mayoría de las obras que intentan pasar por piezas de grandes maestros están mal resultas técnicamente. Explicado de una forma metafórica: supongamos que sale a la luz un manuscrito de versos inéditos de Lorca, puede que los poemas allí contenidos no sean de una gran calidad artística pero jamás contendrán faltas de ortografías. Ocurre lo mismo con una falsificación, Velázquez pudo pintar una obra de escasa calidad artística o estética pero jamás habría cometido errores morfológicos, como no saber resolver un escorzo, no realizar una perspectiva simple o no encajar una figura en el ambiente pictórico. 

Dicho esto, existen obras tan bien replicadas que hay que recurrir a los máximos estudiosos de cada autor para salir de dudas. Ponerse en la mente del falsificador es la clave para descifrar el acertijo, en primer lugar, el falsificador nunca va a replicar una obra conocida, son escasos los casos en los que se atreve de pintar una obra desaparecida y tampoco hará un tema que esté fuera de su iconografía. Por extensión, el falsificador rebuscará entre las escenas preferidas del ideario del pintor: Joaquín Sorolla - escenas y paisajes de mar; Murillo - Inmaculada; Zurbarán - galería de santas, por citar algunos. 

Noticias relacionadas:

Cae una red que falsificaba obras de Goya y Picasso, en El País, 8 de julio de 2012.

La Policía interviene 47 falsificación de Dalí. (Ver vídeo)